¿Qué es el Open Banking?
Open banking surge como resultado del avance en informática y telecomunicaciones: se trata de un campo en el que los servicios bancarios tradicionales y las empresas financieras se asocian indirectamente con las llamadas fintech o empresas de tecnología financiera para sustentar una arquitectura informática basada en el intercambio de información..
Dichas instituciones financieras intercambian la información con proveedores de terceros: empresas de tecnología como métodos de pago, billeteras electrónicas o mercados virtuales que disponen de acceso a los datos bancarios de los clientes —con su autorización previa—, los cuales pueden ofrecer a bancos y entidades financieras para mejorar la gestión y la producción de servicios.
La arquitectura informática, por su parte, se constituye a partir de las interfaces de programación de aplicaciones o API —application programming interface—. Este último eslabón hace accesible el empleo y la ostensión de los datos bancarios y financieros y permite ofrecer servicios de mejor rendimiento por parte del sector. Del mismo modo, el open banking garantiza que los datos bancarios pertenezcan a los clientes y usuarios.
El desarrollo tecnológico y las empresas que se organizan en este sector son parte de un cambio de paradigma a gran escala en el que a mayoría de las actividades y relaciones migran al ámbito digital. Los especialistas en la materia asocian este fenómeno a una corriente de pensamiento en la que se establece que el acceso a la información debe ser abierto: el denominado open data.
El acceso abierto a la información: Open Data
Hasta hace relativamente poco, la información financiera de clientes y usuarios se almacenaba de manera centralizada en bancos y entidades de crédito. Estas disponían de acceso exclusivo a los datos y, por lo tanto, la propiedad de dicha información permanecía en su poder.
Frente a este contexto, el open data nace como una democratización del acceso a los datos a nivel global, debido a la importancia de estos para la sociedad. Esto es, la noción de que dichos datos representan un capital muy importante para las grandes empresas tecnológicas actuales, y cuentan con la capacidad de afectar la agenda pública y el manejo de la información.
En lo que al ámbito financiero y el open banking se refiere, uno de los hechos más significativos a nivel internacional se dio en el Reino Unido. En efecto, la principal autoridad en materia financiera del país, la Financial Conduct Authority, estableció que las instituciones debían abrir el acceso a sus bases de datos para proveedores en representación de los consumidores.
Gracias a ello, se produjo uno de los avances más significativos para el open banking y la eventual democratización de la información con el open data: la Directiva de Servicios de Pago Revisada PS2D de la Unión Europea. Esta normativa regula el acceso a la información financiera y constituye las bases legales para una eventual regulación del open data hacia afuera del sector financiero.
De esta manera, el open banking se constituyó como el primer avance en cuanto a la propiedad indiscutible de los usuarios de los datos bancarios y financieros originados de sus transacciones y operaciones. Según referentes del sector, esto comporta un avance en lo que a open data se refiere: la posibilidad de que la información se haga disponible para un uso más amplio, bajo bases reguladoras firmes y transparentes.
¿Cómo se beneficia el Open Data del Open Banking?
Entre las principales posturas al respecto, se cree que los datos transaccionales originados por las operaciones de los usuarios en línea, ya sea en marketplaces y tiendas virtuales, ya sea en plataformas de videojuegos o en cualquier otra plataforma en la que se realicen transacciones económicas, pueden servir a otros sectores de la sociedad y potenciar su empleo en actividades de distinto tipo.
Acceder a bibliotecas abiertas que dispongan de esta clase de datos originados de manera online, permite mejorar el rendimiento de las operaciones a gran escala y conocer mejor a los usuarios. Justamente por ello, se trata de un activo fundamental para empresas como Amazon, Tesla y Apple, las cuales han afirmado que los datos son su principal negocio.
Aprovecha el análisis de los datos transaccionales para ofrecer una mejor experiencia a tus clientes
El open banking, al tratarse fundamentalmente de la gestión de datos financieros, puede beneficiar mucho a la consolidación del open data —y viceversa—: la demanda por los datos de los usuarios es muy alta y son muchas las actividades que la definen como fundamental para establecer relaciones de valor en una sociedad cada vez más digitalizada.
El open data, por su parte, garantiza que la banca abierta disponga de mejores procesos y calidad de servicios. La información financiera y los datos históricos de los usuarios que brindan su consentimiento favorece la creación de productos financieros de mejor rendimiento y una segmentación de mercado más precisa.
El sector financiero y bancario se ha transformado considerablemente debido a la consolidación del open banking. Sin embargo, este proceso de transformación continúa vigente y avanza hacia un ecosistema tecnológico en el que prevalezca el acceso abierto a la información: el open data.